¿Es peligrosa la secreción ocular del gato?

Puntos clave

• La secreción ocular en los gatos no es una enfermedad independiente, sino un síntoma de una enfermedad subyacente;
• La conjuntivitis, las infecciones respiratorias superiores felinas, los trastornos de la córnea, la sequedad ocular, el lagrimeo y la uveítis son algunas de las causas más comunes de la secreción ocular del gato;
• Las predisposiciones genéticas también pueden desempeñar un papel en el desarrollo de problemas oculares en los felinos. Así, por ejemplo, los persas y los himalayos son más propensos a tener mocos oculares que otros gatos;
• El tratamiento adecuado para los problemas de secreción ocular de tu gato dependerá de la causa subyacente de la afección;
• En algunos casos, los problemas oculares felinos pueden tener consecuencias graves, como la ceguera. Por ello, es crucial consultar al veterinario en cuanto notes los primeros signos de problemas oculares.

La secreción ocular del gato es un síntoma común de ojos irritados. La causa de esta irritación puede ser desde un simple resfriado hasta una enfermedad grave. La conjuntiva de los ojos afectados suele estar roja y, a veces, incluso hinchada. Como los ojos irritados pican, los gatos suelen intentar rascarse o limpiarse más a menudo. Si la inflamación es dolorosa, los gatos afectados se vuelven muy fotofóbicos y entrecierran los ojos.

Causas de la secreción ocular en los gatos

Si los ojos de tu gato no son brillantes y claros, puede ser el primer signo de la enfermedad que padece la mascota. Los problemas oculares pueden hacer que algunos gatos se sientan molestos, y los propietarios de gatos también deben tomarse estos problemas en serio. Si no se tratan a tiempo, pueden requerir una intervención quirúrgica o conducir a la ceguera. Por tanto, siempre que notes mocos en los ojos del gato, llama a tu veterinario.

Algunas de las causas más comunes de las secreciones oculares de los gatos son las siguientes:

Conjuntivitis

La conjuntivitis es una enfermedad ocular muy común en los gatos. Al principio, sólo la conjuntiva, es decir, las membranas mucosas internas de los párpados, se ven afectadas por la enfermedad. Sin embargo, la inflamación ocular progresa muy rápidamente y puede extenderse a otras partes del ojo del gato. Esto puede provocar graves daños consecuentes, como la ceguera e incluso la pérdida del ojo afectado. Si se combina con otros síntomas, como fiebre, diarrea y respiración pesada, la conjuntivitis puede indicar que tu amigo peludo está infectado por una peritonitis felina potencialmente mortal. Por tanto, si tu gato muestra signos de conjuntivitis, debes llevarlo a ver a un veterinario inmediatamente.

Infecciones respiratorias superiores felinas

Las infecciones de las vías respiratorias superiores, como el calicivirus felino, la neumonitis, la rinotraqueitis (herpesvirus), las bacterias, las enfermedades respiratorias contagiosas y los protozoos, son las causas más comunes de secreción ocular en los felinos. Los síntomas de estas afecciones pueden variar de leves a graves. Por ejemplo, si tu gato sufre una infección de las vías respiratorias superiores, sus ojos pueden estar pegajosos con una secreción que parece pus.

Trastornos de la córnea

La córnea es una capa exterior protectora del ojo. Al igual que en los humanos, las córneas de los gatos pueden inflamarse, lesionarse o ulcerarse. Si tu gato sufre un trastorno de la córnea, también observarás los siguientes síntomas: parpadeo frecuente, inflamación, nubosidad y producción excesiva de lágrimas.

Ojo seco

La queratoconjuntivitis sicca -también conocida como ojo seco- es una enfermedad de la conjuntiva y la córnea causada por el cese lento o repentino de la producción de lágrimas. Como las capas externas de la córnea sólo se nutren de la película lagrimal, esta enfermedad hace que la córnea se inflame gravemente, se vuelva opaca, áspera y se agriete.

Además, si un gato padece ojo seco, las bacterias pueden alojarse en su interior y provocar una secreción ocular purulenta debido a la falta de efecto de aclarado y limpieza de la película lagrimal.

El primer signo de ojo seco es una secreción gris y viscosa de los ojos del gato que se produce principalmente por la mañana, por lo que debes llevar a tu gato al veterinario en cuanto notes este problema.

Ojos acuosos y llorosos

El lagrimeo anormal, también conocido como epífora, se produce porque el gato produce demasiado líquido lagrimal o porque su drenaje lagrimal está obstruido. Lo más habitual es que los gatos desarrollen este problema cuando sus ojos ya están irritados a causa de otras enfermedades oculares. Algunas enfermedades subyacentes que pueden causar ojos llorosos son la inflamación de la córnea, los tumores oculares, las lesiones oculares o la conjuntivitis.

Uveítis

La uveítis es una enfermedad caracterizada por la inflamación del interior del ojo. Las causas de esta afección pueden variar desde un traumatismo y un cáncer hasta problemas inmunitarios e infecciones. Los animales con uveítis suelen tener la conjuntiva enrojecida («ojos rojos»), las pupilas estrechas y, en algunos casos, los ojos nublados. Dependiendo de la localización de la uveítis (en la parte delantera o trasera del ojo), también puede producirse dolor y/o mala visión.

Predisposición de la raza

Debido a la forma específica de su cara, algunas razas de gatos son más propensas a sufrir problemas oculares y, por tanto, secreción ocular. Por ejemplo, los persas, los himalayos y otras razas de gatos braquicéfalos son más propensos a producir lágrimas en exceso. Si tienes uno de estos gatos, debes averiguar cómo es la secreción ocular «normal» de tu gato. Esto te permitirá reconocer a tiempo los cambios alarmantes.

Otras causas de la secreción ocular

Otros motivos por los que los ojos de tu gato pueden producir una secreción inusual son las alergias, los objetos extraños atascados en el ojo o los problemas en los párpados.

Diagnóstico y tratamiento de la secreción ocular del gato

El tratamiento de la secreción ocular en los gatos se basa siempre en la causa. El veterinario deberá realizar un examen exhaustivo de los ojos del gato para poder determinar la razón subyacente del problema ocular. Debes proporcionar al veterinario toda la información posible para garantizar un diagnóstico preciso.

El examen inicial suele incluir una exploración física completa, la comprobación de la temperatura y un análisis de sangre para descartar algunas enfermedades. Estas pruebas también pueden ayudar al veterinario a determinar que tu mascota padece alergias estacionales o sufre una infección en otra parte del cuerpo. El médico también utilizará un oftalmoscopio para ver una imagen ampliada de los ojos de tu gato. Si el diagnóstico sigue sin estar claro, el veterinario podría tener que utilizar gotas oculares específicas antes de prescribir el tratamiento.

Tratamiento de la conjuntivitis

Si la conjuntivitis felina está causada por el polen, el polvo, las malas hierbas u otros irritantes ambientales, es probable que intente aliviar los síntomas con una pomada de esteroides. Sin embargo, los veterinarios recomiendan evitar el uso de pomadas con esteroides si se sospecha de una infección vírica.

Si la conjuntivitis de tu gato está causada por una bacteria, el veterinario recete una pomada antibiótica.

Tratamiento de la infección respiratoria superior felina

El tratamiento específico dependerá de la gravedad de la infección, su causa y otros síntomas que tenga tu mascota. Normalmente se utilizarán medicamentos oculares prescritos, antibióticos, líquidos o descongestionantes para hacer frente a la infección.

Tratamiento de los trastornos corneales

El tratamiento de un trastorno de la córnea suele seleccionarse en función de la gravedad de la afección. También tendrás que tener mucho cuidado de mantener limpios los ojos de tu gato durante el curso del tratamiento. Es posible que también tengas que utilizar una pomada o gotas oculares antibióticas. En algunos casos, tu gato puede necesitar una intervención quirúrgica para evitar más daños en el ojo.

Tratamiento del ojo seco

Para tratar la sequedad ocular de tu gato, normalmente tendrás que utilizar gotas oculares, pomadas, antibióticos o lágrimas artificiales.

Recuerda que la infraproducción crónica de lágrimas puede provocar ceguera, así que llama inmediatamente a tu veterinario si notas alguno de los síntomas mencionados.

Tratamiento de los ojos llorosos y lagrimeantes

Si los conductos lagrimales y nasales de tu gato están obstruidos, tu veterinario podría enjuagarlos. El procedimiento se realizará bajo anestesia general. Si hay signos de infección tras el procedimiento, el veterinario recetará gotas oculares antibióticas.

Tratamiento de la uveítis

El tratamiento de la uveítis suele ser muy problemático, ya que es difícil determinar la causa subyacente de la inflamación. Sin embargo, el veterinario puede recetar una pomada o gotas oculares para aliviar el dolor y los síntomas.

Otros tratamientos

A menudo es necesaria la cirugía para tratar los tumores oculares o los párpados curvados (entropión).

Los animales genéticamente predispuestos a tener los ojos irritados y llorosos, como los gatos persas, deben protegerse del polvo en la medida de lo posible, ya que los ojos irritados son menos resistentes a los gérmenes patógenos. Éstos pueden penetrar fácilmente en el ojo y empezar a multiplicarse, lo que puede provocar procesos inflamatorios. Por tanto, es necesario restaurar y mantener una flora bacteriana positiva en el ojo para reducir el riesgo de infecciones.

Cómo prevenir los mocos del ojo del gato

Existen algunos métodos eficaces para prevenir los problemas oculares y, por tanto, la secreción ocular en los gatos. Como ya se ha mencionado, la secreción ocular del gato es un síntoma que suele indicar la presencia de un problema subyacente más grave. Por tanto, hay que prevenir la causa subyacente de la secreción en lugar de luchar contra la propia secreción.

En primer lugar, tienes que recordar que muchas infecciones son muy contagiosas y tratar de evitar las zonas superpobladas de gatos.

Además, no olvides limpiar los ojos de tu gato con regularidad. Si la secreción se acumula, causará aún más problemas. Intenta utilizar un algodón húmedo para eliminar la secreción ocular, moviendo la mano lentamente desde el rabillo del ojo hacia fuera. Utiliza bastoncillos de algodón diferentes para cada ojo, para asegurarte de no transmitir la infección de un ojo a otro. Los champús o limpiadores oculares de venta libre deben ser un NO absoluto para tu gato, a menos que te lo recomiende el veterinario.

Las vacunas anuales son otro método eficaz que puede ayudar a evitar problemas oculares en tu gato.

Recuerda que nunca debes reutilizar los restos de medicamentos utilizados para tratar una dolencia anterior. Utilizar los medicamentos equivocados o los que están caducados puede ser fatal para tu gato.

Por último, vigila a tu mascota, ya que te ayudará a notar rápidamente cualquier cambio en su comportamiento y, así, abordar el problema de inmediato. También conviene que revises regularmente los ojos de tu gato para ver si están enrojecidos, si cambian de color o de forma, si están nublados, si tienen una secreción excesiva o si son sensibles a la luz.

PREGUNTAS FRECUENTES